Si estas leyendo esto es porque estás a punto de hacer un viaje memorable, de vivir una experiencia de vida de la que ya no habrá retorno. Ese camino mágico y milenario te envolverá de una manera tan difícil de poner en palabras pero que cambiará tu forma de andar por el mundo. Te paso algunos puntos que espero te sirvan para que lo disfrutes todavía más.

Antes de hacer el camino.

  1. Según la distancia que decidas caminar por día asegúrate que tu cuerpo no sufrirá para darte los kilómetros que hayas trazado. Es cierto que caminar no requiere tanta condición pero cuando lo haces por días seguidos el trabajo que se le da a los músculos se acumula, es distinto el esfuerzo continuo. Así que si escuchas “el Espíritu te lleva”, no es cierto, el Espíritu te motiva, te ayuda, pero no te lleva a ninguna parte, lo que te lleva es el cuerpo físico, así que entrénate.
  2. Planea tu ruta. En internet está disponible toda la información que necesitas de las etapas para hacer el camino, traza cuántos kilómetros pudieras caminar diario, cuántos días tienes para caminar y en base a eso elabora tu recorrido. La ruta mas concurrida es el camino francés. Si de plano no tienes idea cómo hacerlo puedes contactar a alguna agencia de viajes madrileña, hay varias disponibles en internet que se dedican a organizar peregrinajes y puedes encontrar ahí el apoyo que necesitas.
  3. Decide si tu quieres cargar tus cosas contigo en una mochila o bien si contratas el servicio de que carguen tu maleta grande por ti y tu cargas contigo solamente una mochila con lo que necesites para caminar. Si eliges que te lleven la maleta puedes contratar el servicio desde antes por internet, o bien puedes contratarlo estando allá, en los hoteles tienen la información.
  4. Empaca lo necesario. Pantalones y blusas dri-fit fueron mi mejor elección ya que ya sea de sudor o de lluvia, te secas en un santiamén. Además son muy livianos si decides cargarlos en tu mochila y ocupan poco espacio, impermeable, chanclas para bañarte, bloqueador, gorro para el sol y para el frío (salvo que te vayas en julio o agosto), bastones para caminar y medicamentos básicos, sobre todo para las ampollas.
  5. Entrena también tu mente y tu espíritu para vivir esta experiencia, pregúntate qué quieres obtener de este peregrinaje; puedes tener un objetivo deportivo, espiritual, cultural, hacer una celebración, vivir un duelo, tener un rencuentro o palomear la experiencia de peregrinar; tus motivaciones pueden ser muchas y todas son válidas. Lo importante es que tengas muy claro lo que piensas obtener durante tu recorrido para que en base a eso trabajes antes de irte en lo que deseas conseguir…arando la tierra es más fácil la siembra y la cosecha.

Durante el camino

  1. Cuida tus pies. Lleva botas de material gore tex con suela vibram hay muchas en el mercado, calcetines anti-blisters (los encuentras en tiendas especializadas en cacería, pesca, excursionismo…. ) si no encuentras ese tipo de calcetines entonces usa tobimedias con calcetones deportivos arriba y no olvides untar tus pies con vaselina especialmente entre los dedos antes de ponerte los calcetines cada día.
  2. Empieza a caminar durante la mañana para que llegues a tu destino con la luz del día que es cuando el camino está más concurrido, además más fácil ves donde pisas y encuentras las flechas que te guían a tu destino.
  3. No te excedas en la cantidad de alimentos ni vino ingerido durante tu recorrido para que puedas caminar ligero y en óptimas condiciones.
  4. Busca constantemente las flechas amarillas que indican el camino que debes seguir porque al caminar entre el bosque es fácil perderte si no sigues el camino correcto, encontraras unas flechas amarillas también pintadas con pintura aerosol en el piso regularmente….esas son pintadas por los locales del pueblito que está a esa altura para desviar a los peregrinos a que pasen por sus pequeñas tiendas o restaurantes, puedes decidir si sigues por el camino más directo o sigues las flechas de los lugareños.
  5. Una vez que llegues a Santiago de Compostela y vivas la experiencia de la llegada, el abrazo al apóstol, la visita a sus restos, la misa del peregrino y celebrar el gozo de cumplir el objetivo; no te pierdas ir a Finesterre o Fisterre, está a 98 kilómetros, puedes ir en autobús. Usa tu último día en el camino para ir, vale la pena. Los peregrinos acostumbran quemar ahí sus ropas y sus botas en señal de un nuevo comienzo en sus vidas. La vista al mar desde el faro es un espectáculo que vale la pena, además el simbolismo de la quema me pareció maravilloso.

En este mundo en el que vivimos tan de prisa, que nos invita a enfocar nuestra atención afuera, a veces empezamos a olvidar nuestro propósito; el camino de Santiago te lleva de nuevo a ti, es una experiencia que te recuerda quién eres, vuelves a escuchar tu voz. Es una experiencia inolvidable.

Te comparto la historia de mi caminar en mi libro “El buen camino”, ojalá te guste y camines conmigo, que veas a través de mi…

¡Buen Camino!

 

 

 

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