Primero quiero enviarles un saludo con mucho afecto y agradecerles sus comentarios en las recetas que he compartido con ustedes, me encantaría saber que tal les han quedado y si en el proceso han encontrado algo que quieran compartir, siempre un tip o comentario es plus para mejorar.

En esta ocasión, pensé un poco más en aquellas personas que son vegetarianas, que gustan de una alimentación a base de frutas, verduras, legumbres (y ciertos productos de animal) que en todas ellas se encuentran altas cantidades de proteínas, vitaminas y complementos como el Omega 3, potasio, hierro, entre otros. La base de todo esto es aumentar y mejorar el funcionamiento del cuerpo en todos los niveles. En lo particular, los hongos, setas, champiñones contienen proteínas, vitamina B1 y B2, así como hierro, potasio, zinc y otros. Su sabor y consistencia es deliciosa, se fusionan perfecto con las proteínas animales y las ensaladas.

En nuestro país tenemos un hongo particular que nace en el maíz, que nuestros ancestros catalogaban como el oro comestible o la trufa mexicana, lo utilizaron como forma de pago y trueque por otros productos de alimentación y alfarería. En nuestros campos crecen también como producción masiva los champiñones blancos, champiñones cremini, hongos portobello y recientemente mantenemos una producción alta de hongos Shitake, que son muy utilizados en la comida oriental. La producción de hongos setas hoy son fuente de economía en regiones donde grupos de mujeres se dedican a la producción y cultivo de hongos como parte de un proyecto de CDI, Comisión Nacional para el Desarrollo de los pueblos indígenas, que generó recursos para iniciar una fuente de empleos en el Estado de México para mujeres indígenas específicamente. De ahí viene la primera receta que les voy a compartir, de 3 Marías, donde una señora muy amable me enseñó cómo preparar este delicioso caldo.

Ingredientes:

150 grs de champiñón blanco

150 grs de champiñón cremini

2 pzas de hongo portobello

150 gr de setas

3 pzas de chile ancho

5 pzas de chile guajillo

3 pzas de chile de árbol

4 dientes de ajo

Cilantro al gusto

Perejil al gusto

100 grs de cebolla

Espinacas al gusto

3 pzas de hoja santa

Comino al gusto

Sal al gusto

Pimienta al gusto

2 cdas de mantequilla

Caldo de res o de pollo o base de verdura

 

Utensilios:

Olla para caldo

Olla para cocer chiles

Sartén

Licuadora o Braun

Tabla de cortar (siempre se recomiendo un trapo húmedo debajo para que la tabla no se mueva)

Cuchillo

Colador

 

PROCEDIMIENTO:

-NO OLVIDES LAVAR TUS MANOS Y TODAS LAS FRUTAS Y VERDURAS ANTES DE USAR-

– EN LA OLLA PROFUNDA COLOCA EL CALDO PARA QUE EMPIECE A CALENTAR- 

Sobre tu tabla de corte empecemos con el proceso.

Rebana todos los hongos, puede ser en 4 piezas, las cebollas en medias lunas delgadas, y un chile de cada uno en tiras delgadas finas, los ajos en pequeños pedazos, las espinacas en tiras delgadas y el perejil y cilantro muy fino.

Agrega al caldo la hoja santa, comino, sal, pimienta, cilantro y un poco de las espinacas para que comience a agarrar sabor. En otra olla pequeña coloca agua a hervir, desvena los demás chiles y 1 diente de ajo a cocer. Una vez que los chiles estén cocidos, con poca agua licua bien hasta integrar con el ajo y quede una consistencia pastosa, ya listo cuela (reserva unas 3 cucharas), agrega directo en el caldo y remueve por unos minutos para que se una con el caldo.

En el sartén coloca las 2 cucharadas de mantequilla, agrega un poco del ajo que tienes picado, la cebolla, un poco de perejil y saltea durante unos 5 minutos a fuego medio, ya que este, agrega las espinacas y todos los hongos que cortaste junto con la mitad los chiles que tienes en tiras finas y saltea otros 5 minutos, antes de retirar del fuego agrega un poco de sal solo para impregnar el preparado.

En cuanto esté listo, incorpora al caldo y deja que hierva.

Prueba una vez que haya hervido, así podrás saber si le falta algo de sal, en caso que sientas que le falta un toque, utiliza algo de consomé de pollo en cubo o en polvo para acentuar los sabores.

Para servir, coloca el caldo de hongos en un plato y decora con un poco de perejil picado sobre la sopa y en el centro un toque de cabellos de chiles que tienes cortado. Te sugiero que, en lugar de limones verdes, por aquellos que les guste poner limón a sus sopas, mejor compres limón Elektra ya que le da el tangy que buscas para finalizar.

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